PERDÓNAME
Perdóname tanto silencio en mí, no te
asustes es que he preferido estar ausente, me quede con la otra
cara de la moneda; decidí escucharte como aquella vez, hoy quise estar
ausente a todo y cerrarles por un momento las puerta a la bulla de mi alrededor
para solo escuchar mi corazón, apagar mis miedos sacar a flote todo lo que
siento.
Me permití abrir los ojos de mi corazón y
dejar volar mi imaginación a ver si con ellos me puedo acercar un poco más
a ti.
Perdóname en estos momentos si en mi hay
tanto silencio que no logras escucharme, no creas que es olvido solo estoy
pensándote silenciosamente como dejándome llevar por la tranquilidad de mi alma.
Tapar mis oídos a cualquier
ruido, hoy he querido cerrar las puertas y una vez más apagar mi orgullo por un
momento creer que en el silencio puedo tocarte y de nuevo estar juntos como
antes.
perdóname si una lagrima se asoma acaeciendo
así un brillo incesante en mis ojos, son tus besos y tus caricias que se van
disipando como lluvias que caen en la arena, dejando huellas, voy dejándome llevar por tu voz y remontándome en medio de esta soledad dibujándote
creándome historias llenas de fantasías.
Se
siente extraño tanto silencio en esta habitación, tanta oscuridad hay en mí,
que aun habiendo luces afuera, solo el resplandor de tus recuerdo dominan mi paz
y aun habiendo caminos me siento con las piernas sin fuerzas, con mis manos
atadas para levantarme; y es que la luz solo me hace sombra, esas sombras de
tus recuerdos, que aun distante yo de ellos lo siento tan míos que cuando
cierro mis ojos siento miedo.
Es tan
ilógico para mi creer que ya no estas de nuevo aquí, no culpo a el destino por
robarme tu amor, no culpo al viento ni a la soledad tan inmensa que ahora
me acompañan, porque aún bajo mi delirio yo también actuaria así, también le
robaría a la vida todos los momentos junto a ti, le diría al sol que no
se asome a mi ventana porque ahora te
tengo a ti que eres mi luz de todas las mañana.
Hoy el
vagón de la soledad se ha llenado de nuevo, ha tomado un rumbo incierto, tal
vez se ha cansado de este silencio, tal vez fue a buscarte, pero tengo tanto
miedo que regrese solo, cansado de no encontrarte. Quizás vuelvas bajo un
atardecer cualquiera, quizás no decidas nada y dejaras que el destino nos
vuelva a unir, quizás todo pase, pero tal vez cuando vuelvas ya yo no
estaré aquí, y a eso me aferro, a que tu vuelvas antes de que yo muera, para
así cuando regreses ir nos juntos arropados por la virgen sabana vestidos de
nostalgias y como vientos de roció arropados por nuestra propio silencio, el
silencio de un tierno beso.
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